La prevención es la mejor manera de fomentar la paz, ya que con ello se reduce el sufrimiento y se ahorran recursos. Por tanto, el objetivo es evitar la escalación y el resurgimiento de conflictos. Para ello, el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores promueve el intercambio social y el diálogo político, trabaja en pro de los derechos humanos y contribuye a la prevención del extremismo:
Nigeria
Apoyar a las mujeres a combatir y prevenir el terrorismo
Socios del proyecto
Borno Women Development Initiative (BOWDI)
© BOWDI
En abril de 2014 fueron secuestradas 276 alumnas de la escuela secundaria de Chibok, en el Estado de Borno, situado en el norte de Nigeria. El hashtag #bringbackourgirls atrajo durante algún tiempo la atención de la opinión pública mundial hacia una región del norte de Nigeria que sufre desde hace años la lacra de la violencia y la inseguridad, debido a que en esta región tiene su radio de acción la organización terrorista conocida comúnmente como Boko Haram. Parte de su estrategia son los atentados con bombas, los asesinatos, las desapariciones forzadas, los secuestros, la violencia sexual y los matrimonios forzados. Las fuerzas de seguridad combaten al grupo terrorista con mano dura, hasta el punto de achacárseles graves violaciones de los derechos humanos. Quien sufre las consecuencias es la población local. Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, hasta 2019 Boko Haram había obligado a huir de sus hogares a 2,4 millones de personas en el norte de Nigeria, Camerún, Chad y Níger. Más de 30 000 fueron asesinadas.
No es una casualidad que en la noche del 14 al 15 de abril de 2014 únicamente se secuestrara a jóvenes mujeres, pues la misoginia es parte importante de la ideología de muchos grupos terroristas. Se trata de coartar los derechos y la libertad de movimiento de las mujeres, haciendo uso, en no pocas ocasiones, de la violencia. Su independencia económica y social también se ve restringida. Muchas mujeres luchan activamente contra esta situación como activistas por la paz, como portavoces de las comunidades, en su vida profesional y en sus familias, afanándose por preservar la vida cotidiana, negociando con terroristas y fuerzas de seguridad zonas seguras y corredores humanitarios e influyendo en los valores morales de la comunidad.
La organización Borno Women Development Initiative (BODWI), con sede en el Estado de Borno y dirigida por mujeres jóvenes les presta apoyo. Empodera a las mujeres en sus funciones de liderazgo y proporciona conocimientos sobre enfoques propios de la equidad de género a fin de reforzar la prevención de extremismos y fomentar iniciativas de paz sostenibles en los Estados de Borno y Yobe. Asimismo, transmite a las comunidades conocimientos sobre cómo prevenir y tratar la violencia sexual y de género.
Con este objetivo, BOWDI lleva a cabo medidas de formación a través de multiplicadoras, especialmente mujeres jóvenes, que comparten sus conocimientos sobre el modo de prevenir y combatir el extremismo. Mediante una red de contactos, las jóvenes intercambian conocimientos y experiencias sobre la planificación de programas e iniciativas. Los cursos de formación se dirigen a aquellas mujeres y niñas que están expuestas a un gran riesgo de ser reclutadas (por la fuerza) o de sufrir violencia sexual o de género, incluidas las mujeres y niñas de los campamentos de desplazados internos y las mujeres de la región. Los hombres y los niños se suman participando en actividades encaminadas a fortalecer la equidad de género en las decisiones políticas y administrativas adoptadas en las comunidades.
Pakistán
Cambiar la sociedad distrito a distrito
Socios del proyecto
Hum Ahang
© Hum Ahang
“Hablemos de tolerancia, diversidad y cohesión social en Pakistán. Este es el único camino hacia adelante, para nosotros y para el futuro de nuestro país”. El objetivo de la organización Hum Ahang es fortalecer la cohesión social en las comunidades de Pakistán para, de esta forma, reducir la violencia social y prevenir las crisis. Con este fin, la organización proporciona un planteamiento que ayuda a las comunidades locales a identificar su radio de acción (el llamado “Circle of Influence”) y actuar dentro de él.
En Hum Ahang Pakistán se considera que las mujeres, en particular, pueden ser una fuerza impulsora del cambio social. Por eso, la organización trabaja en las comunidades locales con multiplicadoras y multiplicadores, tales como personalidades religiosas o profesoras y profesores que transmiten sus conocimientos a otras personas. Mujeres y hombres se reúnen para discutir temas que puedan afectar a la cohesión social, como la comunicación pacífica, los diferentes roles e identidades sociales, el pensamiento crítico o la forma de actuar ante el coronavirus.
Cuando la COVID-19 llegó a Pakistán en febrero de 2020, las repercusiones económicas y sociales afectaron sobre todo a los grupos más desfavorecidos de la población, que, debido al toque de queda, carecían de reservas y de posibilidades para generar ingresos. Hum Ahang respondió poniendo en funcionamiento sistemas de alerta temprana que detectasen las necesidades y preocupaciones de la población rural y reaccionasen ante ellas. Con apoyo alemán, la organización abasteció con alimentos, mascarillas y desinfectantes a 20 000 familias de 21 distritos vulnerables que se habían visto especialmente afectadas por el drástico deterioro económico. Paralelamente, Hum Ahang continúa con las medidas de formación encauzadas a prevenir las crisis y las complementa con asistencia práctica sobre la prevención de la COVID-19.
© Hum Ahang
Alemania
Mujeres, paz y bioseguridad
Socios del proyecto
el Instituto Bernhard Nocht de Medicina Tropical (BNITM) el Instituto Robert Koch (RKI), el Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical (Swiss TPH), la Red Africana de Epidemiología de Campo (AFENET)
El programa de becas del Programa Alemán de Bioseguridad brinda apoyo específico a las mujeres en materia de bioseguridad.
¿Qué tienen en común el ántrax, la peste y el ébola? Las tres son enfermedades altamente peligrosas que se propagan como epidemias. Y en las manos equivocadas, las tres pueden convertirse en armas biológicas y, por lo tanto, en un riesgo muy serio para la seguridad.
En respuesta a esta amenaza, el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores puso en marcha el Programa Alemán de Bioseguridad en 2013. El objetivo del programa es apoyar a los países asociados en el control de los riesgos de seguridad biológica. Con ello, por un lado se trata de prevenir el abuso de los agentes patógenos biológicos, que también podrían llegar a ser peligrosos para Alemania. Por otra parte, la labor en los países destinatarios de África, Asia Central y Europa del Este también constituye un beneficio para los sistemas de salud de dichos países y para la seguridad nacional de los países asociados. Junto con las instituciones asociadas alemanas, se están llevando a cabo actualmente actividades en nueve países asociados y, además, dos proyectos suprarregionales.
GIBACHT es un programa de becas que ofrece una formación de un año en materia de bioseguridad. Las instituciones encargadas de la ejecución del programa como parte del Programa Alemán de Bioseguridad son: el Instituto Bernhard Nocht de Medicina Tropical (BNITM) en cooperación con el Instituto Robert Koch (RKI), el Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical (Swiss TPH) y la Red Africana de Epidemiología de Campo (AFENET).
Todos los años GIBACHT selecciona a un grupo de becarias y becarios y de facilitadoras y facilitadores. En el proceso de selección no solo se tienen en cuenta las referencias profesionales de las candidatas y los candidatos. GIBACHT también concede especial importancia a que haya una proporción equilibrada entre los géneros para garantizar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. El programa vela en particular por la promoción de las mujeres y por que se les aliente a aspirar a puestos directivos en ámbito de la bioseguridad. GIBACHT aboga activamente por ello no solo ofreciendo oportunidades a las mujeres como becarias, sino brindándoles también la posibilidad de colaborar posteriormente en las formaciones en calidad de exalumnas-facilitadoras.
Fortress Yayra Aku y Afreenish Amir son dos de ellas. Fortress Yayra Aku, de Ghana, participó en el programa GIBACHT en 2018 y a continuación moderó varios talleres como exalumna-facilitadora. La Dra. Afreenish Amir es una becaria GIBACHT paquistaní de la promoción del 2018, que este año ha enriquecido el programa con su pericia apoyando en múltiples talleres en línea a las becarias y becarios como exalumna-facilitadora.
Fortress Yayra Aku, científica biomédica prominente del hospital local Volta, Ghana. ©BNITM
Dra. Afreenish Amir, microbióloga directiva y coordinadora regional NGGHSA, Pakistán. ©BNITM
Georgia
Promover a jóvenes científicas en materia de bioseguridad
Socios del proyecto
el Instituto Bernhard Nocht de Medicina Tropical (BNITM) el Instituto Robert Koch (RKI), el Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical (Swiss TPH), la Red Africana de Epidemiología de Campo (AFENET)
Las armas biológicas como el ántrax o la viruela no se detienen en las fronteras nacionales. Por consiguiente, el abuso de agentes patógenos biológicos en los conflictos armados también representa un riesgo para la seguridad de Alemania. El Ministerio Federal de Relaciones Exteriores responde a este hecho desde el año 2013 con el Programa Alemán de Bioseguridad. Actualmente, el programa apoya proyectos sostenibles en materia de bioseguridad en nueve países asociados. El apoyo a los jóvenes científicos forma parte de ello. El objetivo es fortalecer capacidades con equidad de género.
Por consiguiente, desde 2013 el Instituto de Microbiología de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas Federales) coopera en este contexto, con el apoyo de la Deutsche Gesellschaft für internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, con el Centro Nacional para el Control de Enfermedades y Salud Pública (NCDC, por sus siglas en inglés) de Georgia. Por una parte, la cooperación tiene por objeto conocer mejor la propagación de las enfermedades infecciosas en Georgia. Por otra parte, el principal objetivo del proyecto es el desarrollo de capacidades y la formación del personal. Se presta especial atención a la promoción de científicas de la nueva generación: mujeres y hombres deben tener las mismas oportunidades y deben superarse las concepciones sobre estereotipos de género.
Tamar Jashiashvili ha participado en el proyecto desde el principio y actualmente está terminando en este marco su tesis doctoral en Georgia. Los resultados de su investigación han sido recibidos con gran interés por colegas en varias conferencias nacionales e internacionales y fueron galardonados con un premio al mejor póster en la conferencia NECTM7 en Estocolmo en 2018. Después de una exitosa capacitación en gestión de la calidad, la Sra. Jashiashvili fue ascendida a gerente de calidad del NCDC. Las medidas de capacitación del proyecto de seguridad biológica en Georgia pudieron respaldar significativamente la trayectoria de esta joven científica excepcional.
Tamar Jashiashvili en un taller de laboratorio, en marzo de 2015 ©IMB
Tamar Jashiashvili en un taller de laboratorio, en julio de 2014 ©IMB
Tamar Jashiashvili en la Medical Biodefense Conference en Múnich, en 2016 ©IMB
Tamar Jashiashvili en el Simposio de Bioseguridad en Tiflis, en 2019 ©IMB
Kazajstán
Becas para mujeres estudiantes de doctorado
Socios del proyecto
el Instituto de Microbiología de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas Federales), Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ)
Anna Shin (izquierda) y Nur Tukhanova (derecha) durante un análisis biomolecular, Almaty/Kazajstán. ©GIZ
La investigación en bioseguridad necesita las mentes más brillantes para encontrar respuestas efectivas a las cuestiones relativas a las amenazas en materia de seguridad. La equidad de género, es decir, la inclusión de todas las investigadoras e investigadores con talento, es imprescindible para ello. Por esta razón, la Red Germano-Kazaja de Bioseguridad ha asumido el cometido de promover la equidad de género en el ámbito de la ciencia, apoyando a jóvenes estudiantes de doctorado de Kazajstán con el fin de impulsar sus carreras científicas. La red fue fundada por el Instituto de Microbiología de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas Federales) en cooperación con la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH y forma parte del Programa Alemán de Bioseguridad.
Karlygash Abdiyeva estudió, en el marco de la Red Germano-Kazaja de Bioseguridad, en el Zentrum für Internationale Gesundheit (Centro para la Salud Internacional) de la Ludwig-Maximilians-Universität München, donde completó con éxito sus estudios de doctorado en 2019. Poco después fue nombrada para un puesto directivo en el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas Particularmente Peligrosas de Almaty. Durante la pandemia de COVID-19, participó en la lucha contra el virus, entre otras cosas llevando a cabo pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Asimismo, la autoridad sanitaria de Almaty la invitó a supervisar, como oficial de bioseguridad, los laboratorios y hospitales de la ciudad durante la pandemia de COVID-19.
Anna Shin y Nur Tukhanova se adhirieron a la Red Germano-Kazaja de Bioseguridad en 2017 para realizar su doctorado en la Ludwig-Maximilians-Universität. Después de graduarse el año próximo, ambas continuarán sus trabajos de investigación con el objeto de fortalecer la bioseguridad en Kazajstán.
Karlygash Abdiyeva examinando agentes patógenos. ©GIZ
Karlygash Abdiyeva luchando contra el coronavirus. ©GIZ
Marruecos, Túnez y Sudán
Mujeres por la bioseguridad
Socios del proyecto
el Instituto Robert Koch (RKI), Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ)
Entrega de material de laboratorio para análisis de COVID-19 al Laboratorio Nacional de Salud del Sudán, con la directora Dra. Shahinaz Bedri (cuarta de la derecha), Jartum 2020. (©GIZ)
En 2020 ha iniciado la tercera fase del Programa Alemán de Bioseguridad. El objetivo del programa es reducir los riesgos biológicos y apoyar a los países asociados a prepararse ante posibles incidentes de seguridad biológica.
Las asociaciones prioritarias con el Sudán, Túnez y Marruecos, coordinadas por el Instituto Robert Koch (RKI) junto con la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, existen desde el comienzo mismo del programa en 2013. La representación de la mujer en todas las actividades ha sido elevada desde el inicio del programa, con una fuerte plantilla de mujeres en las principales instituciones asociadas, que van desde las instituciones de salud pública hasta los hospitales y laboratorios. No obstante, la representación equitativa de los géneros en las actividades sigue revistiendo una importancia crucial, ya que una capacitación específica y la promoción de la mujer crea oportunidades para que las mujeres ocupen puestos directivos en el futuro. También se requieren modelos de conducta en los campos científicos a los que las mujeres ya han accedido con éxito. Uno de estos modelos a seguir es la Dra. Shahinaz Bedri, quien recientemente ha asumido la dirección del Laboratorio Nacional de Salud Pública del Sudán, una de las instituciones asociadas más importantes del Programa Alemán de Bioseguridad.
Taller de diagnóstico del Instituto Robert Koch, con expertas y expertos sudaneses, tunecinos, marroquíes y otros, Berlín, 2019.
Los procesos de paz en los que participan las mujeres de manera activa y sustancial resultan más duraderos y efectivos. Para empoderar a las mujeres en los procesos de paz, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó en el año 2000 la resolución 1325. Alemania aboga sobre el terreno, a nivel regional y en organizaciones multilaterales a favor de la aplicación de la agenda sobre las mujeres, la paz y la seguridad: para apoyar los derechos de la mujer y para reforzar la paz.